La vacuna antigripal es la medida de protección más efectiva, en este momento, contra la gripe y recomendada por las más altas instituciones y personalidades del mundo sanitario (OMS, Ministerio de Salud, Conselleria de Salut…).

Una aseveración tan certera no se realiza a la ligera, sobretodo tratándose de la salud. Los estudios así lo demuestran y se estima que el beneficio de la misma ha salvado millones de vidas en el mundo desde su existencia.

Entonces, ¿por qué esa reticencia a la vacuna?
Realmente no lo sé. No existe ningún estudio que haya concluido perjuicios por la administración de la vacuna, todo lo contrario. Pero es cierto, incluso en el mundo sanitario, que se le atribuyen poderes patógenos a la misma.

La realidad es que la vacuna no cubre al 100% de los pacientes; se estima que un 5% no crea suficientes anticuerpos –defensas- contra el virus.

Y es cierto que las vacunas se crean en base a los virus de la gripe que están circulando por el mundo, no siendo posible crear vacunas contra posibles mutaciones, tal y como pasó con el famoso virus de la Gripe A (H1N1), del cual ya se administra en las vacunas actuales.

¿La vacuna puede producir gripe?
No, es imposible. Las vacunas están compuestas por virus fraccionados y muertos, por lo que no producen la gripe, aunque sí puede darse alguna reacción posterior de carácter leve por la reacción de nuestras defensas contra los antígenos gripales inoculados.

Si he sido vacunado, ¿puedo pasar la gripe?
Sí, aunque los signos y síntomas de la enfermedad serán mínimos respecto de no estar vacunado.

Puede ser, como expliqué antes, que se tengan síntomas gripales completos, por la falta de producción de defensas durante el proceso de vacunación, pero representa un porcentaje mínimo.

¿Quién se debe vacunar?
Debería ser «casi obligatoria» en colectivos como el sanitario o profesorado, considerados grupos de riesgo junto a policías y trabajadores de residencias de ancianos, entre otros.

Así mismo todo los pacientes con enfermedades crónicas (Diabetes Mellitus, EPOC…) y los mayores de 65 años.

En resumen…
La vacuna antigripal es un buen método de control de la enfermedad gripal (aunque no evita enfermar por otros virus catarrales), con mínimos efectos secundarios y realmente beneficiosa para la salud de nuestra familia.

Dirección Médica Asistencial. / Dr. J.L. Guillen Mejias

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