La musicoterapia es una terapia no farmacológica recomendada para personas con demencia. Existe un gran número de enfoques así como diferentes usos de la música para esta población, ya sea como actividad o como terapia y estimula capacidades cognitivas como la atención, la orientación, el lenguaje o la memoria.

Una melodía familiar puede evocar de forma inmediata una emoción, una sensación o un recuerdo del pasado, devolviendo a la persona con demencia el sentimiento de identidad, seguridad y familiaridad. La música favorece la memoria autobiográfica en personas con demencia, hallando además una reducción significativa de ansiedad.

Es una poderosa herramienta que permite estimular las capacidades del lenguaje, como la fluencia y el contenido informativo. A menudo encontramos personas con demencia que poseen grandes dificultades para reproducir o comprender el lenguaje verbal, sin embargo son capaces de cantar canciones. Esto es debido a que los fundamentos del lenguaje son musicales y son prioritarios a las funciones semánticas y léxicas. El canto activo mejora considerablemente la evocación de palabras, especialmente cuando se trata de canciones familiares incluso aquellas personas que habían perdido la capacidad de aprender nuevo material verbal fueron capaces de aprender canciones nuevas.

Las personas con demencia pierden el sentido del aquí y el ahora, se desorientan, son conscientes en muchas ocasiones del progresivo deterioro que sufren, lo que desencadena sentimientos de angustia, confusión, desconfianza, ira o tristeza. La necesidad de expresar sus emociones, en muchas ocasiones, se ve truncada por la pérdida progresiva de las capacidades cognitivas. Por ello, son necesarios espacios terapéuticos que estimulen el trabajo con las emociones, que favorezcan la expresión y la validación de las mismas.

La musicoterapia promueve un estado de ánimo más positivo en las personas con enfermedad de Alzheimer, mejora estados de ansiedad y depresión y favorece la interacción no sólo durante la experiencia musical, sino después de la misma.

Uno de los grandes retos para los cuidadores familiares y profesionales es el manejo de los trastornos de conducta de las personas con demencia. La musicoterapia es una intervención eficaz para reducir síntomas conductuales y psicológicos, y además puede mejorar la relación comunicativa entre la persona con demencia y el terapeuta.

OBJETIVOS TERAPÉUTICOS

El tratamiento farmacológico y las terapias no farmacológicas comparten los mismos objetivos en la intervención con personas con demencia:

  • Retrasar el deterioro
  • Recuperar las funciones perdidas o mantener las preservadas
  • Mejorar el control de los síntomas no cognitivos
  • Conservar la autonomía en las actividades de la vida diaria
  • Aumentar la calidad de vida.

Rosario Crespin Ruiz / Psicóloga Policlínica

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