Como cada verano, se inicia un nuevo periodo de temperaturas altas que este año se antoja más alto de lo normal, según la predicción de los diferentes organismos de meteorología autonómicos y estatales.

Como cada año debemos prevenir los efectos que estas temperaturas altas pueden producir en nuestro cuerpo que básicamente se presenta como:

  1. Estrés de calor: Percepción de incomodidad y estrés fisiológico asociado a exposición a calor ambiental, especialmente durante el trabajo físico.
  2. Golpe de calor: El golpe de calor se produce cuando una persona produce una cantidad de calor que no puede eliminar a través del sudor o con la dilatación de los vasos sanguíneos. Se da cuando se llega a temperaturas muy extremas. Es una enfermedad grave caracterizada por temperatura central superior a 40°C y alteraciones del sistema nervioso central que pueden provocar delirio, convulsiones o coma, como consecuencia de la exposición al calor ambiental o al ejercicio físico extremo.

Grupos de riesgo de deshidratación:

  • Demencias, depresión, accidente cerebrovascular, diabetes mellitus, infecciones, malnutrición, incontinencia urinaria, antecedentes de deshidratación.
  • Fármacos: diuréticos, neurolépticos, antidepresivos, ansiolíticos, laxantes, corticoides.
  • Edad:> 85 años y bebés.
  • Dependencia funcional para las actividades de la vida diaria.
  • Estado nutricional inadecuado, incluye ingesta hiperprotéica.
  • Situaciones agudas con vómitos, diarrea, fiebre.
  • Consumidores de drogas ilegales y alcohol.

Grupos de riesgo en caso de ola de calor:

  • Personas mayores, especialmente por encima de 75 años.
  • Personas con determinadas circunstancias sociales (vivir solo, pobreza, etc.).
  • Personas con discapacidades físicas o psíquicas que limiten el autocuidado y la movilidad.
  • Personas con enfermedades crónicas: cardiorrespiratorias, diabetes, hipertensión arterial, hepatopatías, etc.
  • Personas que reciben medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso central.
  • Personas con una hidratación insuficiente o que realizan un exceso de actividad física.

La mejor medida para el tratamiento de las enfermedades relacionadas con el calor es la prevención:

  1. Beber mucho líquido (las bebidas alcohólicas o con mucho azúcar son malas porque facilitan la pérdida de líquidos). Las bebidas para deportistas aportan muchos iones y permiten reemplazar las sales minerales perdidas por el sudor. Es importante beber muy regularmente, anticipándose a la sensación de sed. Las bebidas muy frescas no son aconsejables ya que hacen desaparecer más rápidamente la sensación de sed y, por tanto, se ingiere menos líquidos. Para las personas que tengan enfermedades de base que les impongan limitar la ingesta de líquidos se aconseja que consulten a su médico para saber hasta qué cantidad pueden beber durante el verano.
  2. Haga comidas ligeras que le ayuden a reponer las sales perdidas por el sudor (ensaladas, frutas, verduras, gazpachos o zumos).
  3. Es importante la utilización de ropa apropiada: ligera y de colores claros.
  4. Hay que intentar estar en lugares con aire acondicionado. Si una persona no dispone de aire acondicionado en su domicilio se aconseja que visite lugares públicos preparados como pueden ser los cines, las bibliotecas o los grandes centros comerciales.
  5. Baje las persianas evitando que el sol entre directamente en su domicilio.  No abra las ventanas cuando la temperatura exterior es más alta. Evite usar máquinas y aparatos que puedan producir calor en las horas más calurosas. A partir de los 35ºC en el interior de la vivienda, un ventilador sólo mueve el aire, no lo enfría. Utilice todas las medidas tradicionales a su alcance.
  6. Evite las actividades en el exterior en las horas más calurosas, sobre todo si las actividades son intensas.
  7. Se aconseja no dejar a nadie dentro de un coche estacional con las ventanas cerradas.
  8. Las personas que deben trabajar expuestas al calor es importante que recuerden la necesidad de tomar bebidas no alcohólicas muy a menudo y, si tienen que realizar actividades físicas agotadoras, descansar a la sombra periódicamente.
  9. Para la gente que tenga familiares ancianos que vivan solos se aconseja que los controlen periódicamente para saber si presentan algunos de los síntomas relacionados con el golpe de calor.

Si encontramos una persona que presente alguno de estos síntomas, se aconseja buscarle refugio en una sombra o en un lugar con aire acondicionado, e intentar bajarle la temperatura corporal con el método que sea: sumergiéndolo en agua fría, mojándolo con una manguera …, mientras solicitamos atención médica urgente. Una vez en el hospital se iniciarán las medidas de rehidratación y para bajar la temperatura corporal.

Dirección Médica Asistencial. / Dr. J.L. Guillen Mejias

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