La función visual se desarrolla en los primeros 7- 8 años de vida y depende de que no exista ningún problema en las estructuras del globo ocular, de los músculos que mueven nuestros ojos y de la correcta conexión con el cerebro. Es muy importante detectar cualquier problema antes de esta edad y poner un tratamiento, porque mas tarde puede no tener solución. Debemos realizar los siguientes controles:

  • Durante el primer mes de vida: se detectan cataratas congénitas, malformaciones y patologías graves.
  • Durante el primer año: podemos detectar estrabismo.
  • A los 2 años: ya podemos tener una valoración de la agudeza visual, descartar defectos refractivos que requieran gafas y detectar una ambliopía (ojo vago). En los casos en los que sospechamos de un defecto refractivo, realizamos una exploración instilando unas gotas de colirio ciclopléjico, que dilatan la pupila y relajan el sistema de enfoque del ojo, y mediante una esquiascopia, podemos ver la graduación exacta del niño.
  • A partir de los 3 años ya tenemos una mayor colaboración del niño para la realización de la medida de la agudeza visual y graduación.
  • Es conveniente realizar un control anual porque, con el crecimiento del niño, va cambiando la graduación. Tenemos que estar seguros de que la agudeza visual es correcta en ambos ojos, si es preciso con gafas bien graduadas, antes de los 7-8 años, porque si la visión es menor en un ojo que en el otro, el cerebro desarrolla solo la función visual en el ojo “bueno” y el otro queda como ojo ambliope (“ojo vago”).

DR. F. Antonio Arguedas / Servicio de Oftalmología

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