Se habla de que es una de las infecciones más comunes en toda la población mundial, se trata de un problema multifactorial, es decir, se genera debido a la suma de varias causas, aquí analizaremos cada una de ellas.

Básicamente se trata de la destrucción de los tejidos duros dentales (esmalte y dentina) debido a los ácidos de las bacterias que se alimentan de nuestra dieta cariogénica. Una vez producido el daño a nivel estructural la caries va avanzando hacia el interior del diente donde se encuentra el tejido blando que es el nervio dental o pulpa, con esto lo que queremos recalcar es que es un proceso que avanza y cada vez se hace mayor dentro de nuestros dientes pudiendo llegar a destruir la totalidad de la estructura dentaria. Por ello, es vital visitar a tu odontólogo de confianza, mantener una higiene bucal correcta además de controlar la dieta cariogénica.

Factores que determinan la presencia de CARIES:

  1. Morfología de los dientes. Existen mayores probabilidades de sufrir de caries si tenemos fosas muy profundas, espacios entre los dientes o una calidad del esmalte defectuosa. Esto solo lo pueden determinar los especialistas. Según sea el caso y si hace falta se pueden sellar las fisuras. En cuanto a la mal oclusión, lo recomendable es realinear toda la arcada con ortodoncia para evitar la acumulación de placa. En cuanto a los defectos en el esmalte, lo más recomendable es colocar flúor 1 vez al año en las consultas dentales y de esta manera se genera una especie de barniz que protege el esmalte dental.
  2. La saliva. El papel que juega la saliva dentro de nuestra boca es vital. En ella empieza la digestión gracias a sus encimas, con ella se genera una especie de barrido constante que mantiene limpia la boca. Por último ayuda a remineralizar zonas erosionadas, siempre y cuando el Ph sea neutro o cercano a 7 y una cantidad de normal a abundante. Si el Ph salival es más ácido ayuda a que la presencia de caries aumente favoreciendo la erosión del diente. La saliva no se puede modificar significativamente pero sí podemos mejorarla, ingiriendo alimentos alcalinos como todos los derivados de la leche, lácteos, yogures, quesos, o tomando pastillas estomacales antiácidas como si fueran caramelos.
  3. La dieta cariogénica. La dieta es básicamente de lo que se “alimentan” las bacterias, por lo que cuanto menos las alimentemos menos crecerán. La dieta cariogénica está basada en los carbohidratos, pastas, papas, pan, harina, azúcares. Los carbohidratos son fundamentales para nuestra vida ya que son los que nos aportan la energía, por lo que no es prudente dejar de consumirlos. Simplemente hay que mantener una correcta higiene, y mantener un control, no comerlos en exceso. Tenemos que cuidar también el tiempo de exposición de nuestros dientes a los ácidos, refrescos, sustancias cítricas, picantes etc.
  4. Higiene. Este punto, aunque es obvio es importante recalcarlo. Nos debemos de cepillar los dientes después de cada comida, esperando siempre unos 15-20 min. para favorecer que la acidez suba, debido a que suele bajar al comer para iniciar el proceso de digestión en la boca. Además de la frecuencia, la técnica y un adecuado cepillo dental son fundamentales. Profundizaremos en este punto en otro artículo.
  5. Genética. Por supuesto se hereda todo, tanto el genotipo favorable como el desfavorable. Si algún familiar sufre de periodontitis, o caries general probablemente el paciente tenga más probabilidades de sufrir enfermedades dentales.

La manera de mantener un correcto estado de salud dental es visitar periódicamente a tu odontólogo de confianza y aclarar todas tus dudas en cuanto a los factores de riesgo de las caries.

Unidad Clínica Dental/ Dra. Jímenez

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