Con la llegada del verano, el día se hace más largo y el calor se incrementa. Son signos indirectos de la mayor exposición solar que recibe nuestro país en estas fechas. Nuestra piel es el órgano protector que nos permite regular la temperatura, aislarnos de las infecciones así como mantener la sensibilidad y las sensaciones con nuestro medio del entorno.

En esta época del año solemos estar más horas fuera de casa y hacemos más actividad al aire libre y eso sumado a que los rayos solares llegan de una forma más vertical, la exposición a la luz solar y la ultravioleta incrementa. Es una época imprescindible para protegernos del sol durante todo el día. Así pues, debemos evitar por ejemplo ir a la playa de 12 a 16h ya que es cuando hay más radiación solar. Debemos utilizar fotoprotector solar si vamos a estar expuestos más de 15 minutos al sol.

También y como hacemos en invierno, la protección solar es importante todo el año. Los rayos ultravioleta que nos llegan a la piel los necesitamos en una mínima cantidad para sintetizar vitamina D, pero en una vida normal de una persona que no vive encerrada en casa, una mínima exposición de 30 minutos semanales sería suficiente. El resto de cosas que nos aportan los rayos solares son efectos nocivos para nuestra piel como arrugas, manchas y cáncer de piel. Es por tanto un buen momento para revisar nuestras pecas y acudir al dermatólogo para que nos haga una valoración de nuestra piel y nos pueda indicar cuál es el fotoprotector más adecuado.

En nuestro centro disponemos de toda la tecnología y de los profesionales formados vía MIR en dermatología tanto para revisar la piel como para tratarla lo antes posible si aparece algún tipo de cáncer de piel.

Dr. Ferreres Riera, dermatólogo de PCV

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