La atención sanitaria de la Policlínica está orientada a los pacientes, teniendo en cuenta, en todo caso, a la familia, de tal suerte que pueda ofrecerse atención individualizada y personal para cada paciente, y debe basarse en la mejor evidencia científica disponible, bajo criterios de tratamiento multidisciplinar, eficiencia y eficacia, procurando una cobertura extensa e integrada.
El tratamiento al paciente debe realizarse garantizando, en todo caso, la preservación de los derechos que como persona y ciudadano le asisten, la confidencialidad de datos y circunstancias personales y de salud, y el máximo respeto a su autonomía en la toma de decisiones. En este sentido, las expectativas, opiniones y sugerencias de pacientes y familiares, de la comunidad y de colaboradores y profesionales de la Policlínica son tomadas en cuenta y forman parte del conjunto de elementos de valoración para la toma de decisiones.
Las evaluaciones sistemáticas de los resultados de nuestra actividad y la búsqueda de oportunidades de mejora, así como la optimización de los recursos disponibles, la transparencia y la confianza forman parte del compromiso del conjunto de la Organización para mejorar la eficiencia y efectividad, así como para promover la excelencia. La comparabilidad y “benchmarking” de resultados con centros y unidades de excelencia, y de gestión de la calidad, se configuran como piezas fundamentales para seguir el paso de los cambios que se dan en la gestión de la sanidad.
La formación continuada, soporte y capacitación técnica de los profesionales se erigen como objetivo permanente a fin de desarrollar las habilidades necesarias para una atención sociosanitaria orientada a la excelencia.